Un plato sencillo y sabroso, ideal para acompañar con una ensalada fresca.
Ingredientes (para 2 personas):
- 500 g de espinaca (fresca o congelada)
- 2 huevos
- 150 mL de leche
- 200 g de harina leudante
- (Opcional) 50 g de queso rallado
- Sal y pimienta a gusto
- Aceite de girasol
Preparación:
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Si la espinaca es fresca, lavarla y colocarla en una olla con un poco de agua,
lo suficiente como para que las hojas estén húmedas. Colocar la olla en el fuego
durante un par de minutos y revolver hasta que las hojas se hayan reducido.
Una vez realizado esto, escurrir el exceso de agua y cortarla en trozos pequeños.
Si la espinaca es congelada, directamente descongelarla y escurrir el exceso de
agua.
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Colocar los huevos en un bowl y batir ligeramente.
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Agregar la harina y la leche, equilibrando la proporción para que quede una mezcla
líquida pero espesa.
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Agregar el queso rallado y la espinaca. Salpimentar y mezclar.
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Colocar porciones pequeñas de la mezcla en una sartén con abundante aceite para
formar las croquetas.
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Freír a fuego medio, hasta que estén doradas de ambos lados.
¡A degustar! El chef espera que les guste esta delicia.